Entrevista con Josep Martí, CEO Nearby Computing
“El edge computing es una tecnología emergente que da respuesta a las limitaciones de la computación en la nube”
Neaby

Nuestro primer #ElewitChat de febrero se centra en la #startup barcelonesa Nearby Computing. Creada en 2018, está especializada en edge computing y 5G y se focaliza en la orquestación y automatización de procesos en redes. El pasado mes de diciembre anunció una ronda de inversión de 2 millones de euros liderada por Elewit y otros actores. Hablamos con Josep Martí, co-founder y CEO de Nearby Computing.

Cómo surge Nearby? ¿en qué momento os encontráis?

Nearby Computing nace como proyecto viable a inicios de 2018. Tras varios años desarrollando proyectos sobre edge computing y orquestación de redes IoT, el equipo de investigadores liderados por David Carrera en el Barcelona Supercomputing Center llega a la conclusión de que no existe una solución el mercado que resuelva de forma eficiente los desafíos a los que se enfrenta las empresas. De esta manera, propone a mi entonces empresa Nearby Sensors, con la que ya había colaborado, la creación de una nueva compañía que pudiese cubrir ese vacío. ¡Y desde entonces hasta hoy! Parece que ya ha trascurrido un siglo.

¿Cuáles son vuestros principales retos para el 2021?

Tenemos una ventana de tiempo para ubicarnos en el mercado como una de las soluciones líderes y hay que aprovechar cada día. En 2019 y 2020 hemos trabajado para cerrar las primeras versiones comerciales del producto y, en este 2021, nuestro objetivo es completar los despliegues en proyectos que ya están en marcha para poder disponer de ejemplos de referencia. De esta manera, las empresas aprenderán de las experiencias de otras empresas. Del mismo modo, queremos entrar en otras regiones del mundo. Ya estamos presentes en Europa y Oriente Medio, pero también miramos a las regiones de Asia-Pacífico y Norteamérica, que ofrecen muy buenas oportunidades.

¿Qué es el “edge computing” y cuáles son sus principales aplicaciones?

En los últimos 15 años toda la tendencia en la informática corporativa ha sido centralizar las aplicaciones o el almacenamiento en clouds o datacenters, dando lugar a modelos como el SaaS y, en general, a una explosión del uso de aplicaciones en las empresas.

El edge computing es una tecnología emergente que extiende los beneficios de esos sistemas centralizados (implantación instantánea, disponibilidad del 100% del tiempo, seguridad garantizada, escalabilidad elástica de los sistemas backoffice) a aquellas aplicaciones que, por distintos motivos, no pueden ser alojadas en un punto remoto, sino que deben ubicarse en un punto cercano al lugar donde se producen los datos que alimentan a esas aplicaciones.

De alguna manera, el edge es la respuesta necesaria a las limitaciones de la computación en la nube para casos de uso que ya están presentes y su adopción se acelerará si se despliegan con la misma sencillez y control de costes que permite el Cloud.

Algunos de estos casos de uso son, por ejemplo, aquellas aplicaciones que requieren latencias muy bajas -como ocurre con la interacción entre hombres y máquinas o entre vehículos conectados o con las aplicaciones de realidad virtual o aumentada, cada vez más relevantes en el entorno industrial-. También son ejemplos destacados aquellas que consumen mucho ancho de banda de forma ineficiente como, por ejemplo, las cámaras de tráfico o los sensores que monitorizan máquinas industriales, que envían cantidades ingentes de datos para generar gemelos digitales o para alimentar sistemas de inteligencia artificial. Para poder implantar este tipo de aplicaciones y muchas más, se debe disponer de equipos en el lugar en el que se producen estos datos o imágenes.

Y, por supuesto, el gran desafío es gestionar de forma integral y desde un punto central todos estos equipos, aplicaciones y redes que funcionan fuera del datacenter corporativo, y que, a diferencia de Cloud, configuran un entorno heterogéneo y de recursos limitados. Esconder la complejidad del edge y hacerlo accesible a los desarrolladores de aplicaciones: eso es lo que resolvemos desde Nearby Computing.

¿Cuál es el rol de una startup como Nearby en el campo de la innovación ligada a la tecnología 5G? ¿Qué oportunidades encontráis?

Uno de los aspectos más positivos de 5G como fenómeno tecnológico y económico es que lleva aparejada la ruptura de un cierto statu quo del mercado tal y como lo conocíamos hasta ahora. La disrupción es tan significativa que, aunque el papel de los grandes players sigue siendo importante, se generan espacios para nuevas compañías. En este sentido, la idea de ecosistema se impone. Las arquitecturas permiten la subdivisión de los problemas en partes cuyas soluciones se coordinan y muchas empresas se especializan en soluciones de alto valor en cada nivel de la arquitectura. En ese contexto, la orquestación se torna esencial y ese es el espacio que Nearby puede ocupar.

La tecnología 5G ya es una realidad, ¿cómo dibujáis el futuro del 5G y qué rol tendrá Nearby en ese futuro?

A nivel tecnológico es una realidad, aunque quedan elementos en los que se debe avanzar como las pruebas en bandas milimétricas y otros. Hay que tener en cuenta que las inversiones a realizar son muy grandes y quienes invierten deben poder financiar ese esfuerzo y asegurar el retorno, así que todo toma su tiempo. Los fondos Next Generation EU son, en este sentido, una gran oportunidad para acelerar este proceso. Nearby ya ha empezado a ser un actor en el ámbito de las redes 5G privadas empresariales a través de la colaboración con empresas y un conjunto extenso de partners con soluciones que orquestamos. También somos capaces de aportar valor en redes públicas en diversas áreas como Neutral Host, 5G LAN, edge computing en zonas rurales...

Ya se habla de la tecnología 6G para 2026, como impulsora de la revolución de la IA. En vuestra opinión, ¿está realmente tan cerca?

Cinco años es un plazo excesivamente corto para finalizar estándares, disponer de proveedores en los distintos ámbitos, planificar inversiones y ejecutarlas. Pero está bien que hablemos de ello y que siempre tengamos un horizonte nuevo, una nueva frontera.

¿Cómo creéis que va a contribuir la entrada de Elewit al futuro de vuestro proyecto?

Elewit está contribuyendo a nuestro proyecto desde el primer minuto. Elewit dispone de la experiencia de profesionales que han visto crecer a startups y conocen las palancas que hay que activar para enfocar correctamente el futuro y cometer los mínimos errores. Su red de contactos nos permite ahorrar tiempo en el acceso al mercado y su prestigio predispone favorablemente a los interlocutores. Es además una puerta a la colaboración con el resto del Grupo Red Eléctrica. Sentimos que nuestros objetivos están totalmente alineados y la comunicación diaria es fluida y satisfactoria.

¿Cómo valoráis el ecosistema de innovación en España?

El ecosistema se ha ampliado enormemente, pero para las empresas deep tech como nosotros todavía hay pocos interlocutores que realmente se adentren a valorar nuestros proyectos en las primeras etapas. Fondos como Adara Ventures, que nos ayudó a contactar con Elewit, son un ejemplo que debería multiplicarse.

Las deep tech pueden hacer más complejo el proceso de evaluación del riesgo y del valor del producto, pero también pueden ofrecer mayor rentabilidad y contribuyen a dar oportunidades a todo el talento formado en la red de centros de investigación en el que se han volcado muchos recursos.

En este sentido, y aunque entidades públicas como ENISA o CDTI se han convertido en fundamentales, se echa en falta que los centros de mayor competitividad en el ámbito de la investigación aplicada puedan financiar las primeras etapas de las spin-off que ellos mismos generan, para así permitir una maduración de esos proyectos en las mismas condiciones que startups similares de otros países donde se invierte más en este segmento.

Sobre Josep Martí

Josep Martí es ingeniero de telecomunicación por la UPC. Nearby Computing es el tercer proyecto de startup en el que participa como co-founder. Ha trabajado también más de diez años en el sector público (Port de Barcelona, consorcio Localret, Generalitat de Catalunya) impulsando proyectos de despliegue de redes y de estímulo al avance de las TI. 

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